martes, 2 de marzo de 2010

Próximas funciones



EL ESTADO DE LA NEUTRA

Funciones:
JUEVES 8 DE ABRIL A LAS 22 HS.
DOMINGO 11 DE ABRIL A LAS 21 HS

TEATRO DE LA VUELTA DEL SIGLO.
senador pérez 178. s.s. de jujuy

DEL 15 AL 24 DE ABRIL
FIESTA NACIONAL DEL TEATRO
La Plata - Bs. As.

28 Y 29 DE MAYO
SALA TEATRAL LA GLORIOSA
San Miguel de Tucumán

CRITICA DE LA OBRA

El Instituto Nacional del Teatro- Representación Jujuy publicó un libro: “El Teatro de Jujuy hecho historia, 25 años 25 ciudades”, dando cuenta del balance sobre la 25º Fiesta Provincial del Teatro Jujuy 2009. Registra las observaciones –a modo de crítica- realizadas por José Luis Valenzuela y las devoluciones realizadas por el jurado NOA a las obras participantes.

EL ESTADO DE LA NEUTRA por José Luis Valenzuela

“En El estado de la neutra, esa demora descriptiva es predominante (“se pretende renovar en la intimidad una cantidad de comportamientos inhibidos por la vorágine de la vida (…). Maneras de desplegar los deseos vitales, la necesidad de vincularse con el otro en lo simple y lo cotidiano…”) y aparece como una invitación a detenernos en lo que nuestra automática “huida del presente” (la “vorágine de la vida”) mantiene siempre velado. Podría compararse esa invitación a “ver por primera vez lo que siempre estuvo allí” con los experimentos kantorianos en torno a la “absorción de la expresión” y, en última instancia, con los postulados del Teatro de la Muerte. Pero no debe pasarse por alto que, en la poética kantoriana, esa “neutralidad” del suceder escénico tarde o temprano era quebrada por su opuesto, como si la función de los estados “entrópicos” fuese propiciar el acontecimiento.
En la obra del grupo Pupila Cero, no hay un acontecimiento que irrumpa violentamente sobre el fondo neutro (“¿Cómo se reconoce amistad entre personas cuando nada terrible ni bello sucede?”); en todo caso, hay “conflictos de baja tensión” en los que despuntan ciertos proyectos, cierta proyección hacia un futuro cercano, aunque pronto el presente puro vuelve a imponerse. La ausencia de acontecimientos “terribles” o “bellos” es llamativa en un espectáculo en cuyo programa de mano se hace referencia a una “intensa intimidad de mujeres recientemente amigas”. No siendo esa “intensidad” una energía que se exterioriza de modo potente, cabe atribuirle un significado “deleuziano”, por así decirlo, donde lo intenso se vincula al concepto físico de “magnitud intensiva” y es entendido como el momento previo a la manifestación de una “singularidad”, es decir, a la emergencia de lo que ocasiona la ruptura de un equilibrio (la singularidad más divulgada es la del Big-Bang). En El estado de la neutra, lo “intenso” permanece siempre en la condición de “momento previo”, sin resolverse nunca en la singularidad de un acontecimiento.
Los espectadores celebran con risas -¿de alivio?- esos tramos en los que algo puede llegar a suceder, y cabe preguntarse si en algún momento los espectadores suspenden, frente a los comportamientos de las actrices, el “parloteo interior” que acompaña nuestro percibir cotidiano. Más aún, el contexto teatral en que esos comportamientos actorales se presentan pone en juego una realidad adicional: la de las estrategias autorales y/o directoriales, su intencionalidad, el grado en que esa “mente autoral” controla los efectos del espectáculo y decide sostenerse en el no-acontecimiento hasta las últimas consecuencias, etc. De esa realidad –indirectamente escenificada- dan cuenta en parte los textos que pueden leerse en el programa de mano.”

EL ESTADO DE LA NEUTRA por el Jurado de la Región NOA del INT – Mauricio Tossi; Pablo Gigena; Pablo Parolo
“La obra expresa, de manera eficaz, la articulación "dramaturga-directora-actores" al servicio de un mismo proyecto poético. Así, cada código escénico responde dialécticamente a una lógica compartida o, por lo menos, consensuada; lógica que puede circunscribirse al ideologema estético del relato: la neutralidad. De este modo, el texto tiene aires de familia con las búsquedas contemporáneas en el "realismo extrañado", el que funciona precisamente por jaquear algunos típicos procedimientos del modelo convencional, por ejemplo: la verosimilitud, la tesis realista, los conflictos según la regla del "encuentro personal", la causalidad en la acción, entre otros. Por lo tanto, creemos que el espectáculo logra poetizar su ideologema desplazándolo al espacio escénico minimalista pero sin perder todos los recursos de la ilusión (ej. los relámpagos) y, principalmente, llevándolo al plano de la actuación. En este punto, la obra indaga en tempo-ritmos densos, dilatados, hipersensibles; cada comportamiento desbroza algo de lo íntimo o cotidiano rasgado e invita al espectador –como un espía legalizado– a involucrarse en ese estado neutro según la lógica racional, pero que no resulta ser tal si se lo corporiza desde lo estético. Entonces, le resta al espectador un arduo trabajo perceptivo para "soportar" la nada, aunque en ese mismo juego radica un posible sentido de amistad, vitalidad e, incluso, teatralidad.”